13 fevereiro 2018

blanca morel

Pequeña oración a Marina Tsvietáieva

¿Recuerdas que sabíamos cosas sin nombres? Susurrabas a mi lado palabras de Rusia. Como una cascada reíamos, dos niñas que ríen. Puse un grano de sal en tus labios al nombrarte, y al nombrarte ardió una hoguera en la playa. Hubo amor para nosotras. ¡Y más viejo que el amor, el dolor, tan nuevo y viejo! A ratos no estuvimos solas. El lenguaje es un látigo sagrado, amazona. Fueron nuestros pies pequeñas estrellas.

Pequena oração a Marina Tsvietáieva

Lembras-te que sabíamos coisas sem nomes? Sussurravas ao meu lado palavras da Rússia. Como uma cachoeira ríamos, duas miúdas a rir. Pus um grão de sal nos teus lábios ao nomear-te, e ao nomear-te ardeu uma fogueira na praia. Houve amor para nós. E mais velha que o amor, a dor, tão nova e velha! Por momentos não estivemos sós. A linguagem é um chicote sagrado, amazona. Foram nossos pés pequenas estrelas.